Katia, de misión en Perú

ene 241 min.

Tienes manos de ángel

Actualizado: ene 25

Una tarde llegó nuestra vecina pidiendo ser acompañada a visitar una mujer con varios problemas. Cuando llegamos la casa estaba sucia, desordenada y oliendo mal. Con Bernadette limpiamos un poco su cuarto. Señora Helena era como una mariposa, tan frágil: me miró y me pidió un masaje en su espalda. Al cabo de unos minutos se vuelve, mirándome con mucha ternura, y dice: “tienes manos de ángel”. Simplemente le sonreí, y su mirada profunda tocó mi corazón, me di cuenta la cercanía hacia cada herida abierta del cuerpo de Jesús en el crucificado.

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