top of page
María Pía (India)

El leprosario


Cada miércoles por la mañana visitamos a las personas que viven en el leprosario. Todas tienen alguna amputación, si no es en la mano, es en el pie, o en la pierna. Ante el primer encuentro me pregunté cómo voy a hacer para poder mirar los corazones y no pensar inmediatamente en lo que tuvo que vivir cada una de ellas, cómo hacer para acompañar a estas personas y ser ese amigo que no tienen, ese familiar que se ausentó, esa presencia luego de tanta ausencia. “Antes de que me llamen les responderé, y antes de que terminen de hablar habrán sido atendidos” (Isaías 65:24) Y así fue como antes de terminar de preguntarme cómo iba a hacer, entendí que yo no iba a hacer nada, era Jesús que iba a hacer en mí, presentándose ante estas personas con encuentros realmente muy sencillos, compartiendo cómo estuvo la semana, un peinado, poniéndoles aceite de coco en el pelo, una canción, ayudando a coser alguna prenda o simplemente dándonos la mano y contemplando la naturaleza que rodea su casa. Y es tan significante para ellas y para mí estos encuentros, puedo definir este lugar como el que me enseña a escuchar, ya que todos hablan solo tamil, y mi vocabulario en este idioma es bastante reducido, en muchas ocasiones entiendo lo que dicen pero me cuesta responder con las palabras adecuadas, sin embargo basta responder una simple palabra, o decirlo con gestos y se puede continuar charlando y disfrutando de la mañana. ¿Y si esto no es gracia pura, qué es?

Foto: A Ponamma se le había roto su espejo, por lo que en nuestra última visita le llevamos uno nuevo para que no se olvide lo bella que es

53 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page