José, Perú
Les voy a presentar a señora Gladys; la abuela de la comunidad, mi primera visita, al llegar a su casa nunca pensé encontrarme con una persona con tantas enfermedades, tan vivaz y tan alegre con sus anécdotas del pasado. Realmente es una gran maestra de superación.
Ella padece muchos dolores a causa de un cáncer de mamas, tiene diálisis hace más de cinco años, y tiene problemas en su pierna con sus varices. Pero a pesar de eso ella no para, demostrando todos los días que no hace falta estar libre de enfermedades para vivir alegre y con la mirada firme en Cristo. Las pocas quejas de sus dolores se comprenden por el cansancio que genera el sol y el peso de cargar con tantas enfermedades. El Señor se revela a través de ella, veo dos situaciones de la vida de Jesús, el momento previo a su muerte, sufriente y fatigado con el peso de la cruz y a su vez el momento el cual tiene sed. Esa sed para mí es un llamado fuerte a servirle y saciarla. Con un vaso de agua o con tan solo escucharla de sus agobios de la semana. Y para mi sorpresa, ella entrega todo lo suyo conmigo a un simple joven, una simple persona que lo único que tengo para ofrecer aquí es un oído para aquellos que sufren.
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