De Ariana, Cuba
Les quisiera presentar a dos amigas que tocaron mi corazón desde que las conocí en la parroquia, Mirta y su hija Clara, las dos padecen una enfermedad que no les permite caminar, entonces andan en sillas de ruedas, son nuestra mamá y hermana cubanas, cuando Mirta me vio me dijo “¡qué alegría!, tengo otra hija más” en su sonrisa vi nuevamente el motivo por el cual estoy aquí. Un día pude ir a su casa, muy chiquita pero tan acogedora, ahí pude hablar con Clara, que estaba cocinando, enseguida me preguntó el día de mi cumpleaños y me dijo el suyo, me contó que participa del coro y todas las semanas va a ensayar a la parroquia. La amistad con ellas me da muchas cosas para pensar, admiro completamente sus ganas de superarse y su gran fe que las empuja a vivir.
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