Discurso de despedida de Stefani al terminar su misión en el Punto Corazón de Villa Jardín, Lanús (Buenos Aires):
Bueno, no se como resumir en pocas palabras lo que viví en este tiempo que Dios me regaló de misión junto a ustedes. Primero, doy gracias por cada momento compartido, por cada sonrisa, por cada mate, por cada silencio. Por las veces que nos confiaron sus más íntimos recuerdos, sus más profundos dolores. Sé que no vinimos acá para cambiar su realidad y a veces eso era y es muy difícil para nosotros, pero ustedes nos demuestran día a día que un simple abrazo, un simple gesto o una simple visita, cambia mucho y eso nos llena el alma. Sé que vivo cerca pero eso no quita el dolor de llegar a mi casa y abrir la ventana y no ver estas casas, no escuchar a los niños jugar, no despertarse con cumbia o irse a dormir con el ruido de algún cohete. Sé que mi misión ahora está allá en mi hogar y hoy su misión está acá, en el pasillo, en su familia, en la Villa.
Me voy tranquila y feliz porque encontré lo que buscaba por 18 años, encontré a un verdadero ser humano, que siente, que escucha, que llora de rabia y de risa, a un verdadero padre que lucha por su familia hasta el cansancio, a una madre que vela día y noche por su familia, a un verdadero amigo, que siempre está ahí en la ventana mirando qué necesitamos o qué necesitan los demás. Sepan que vivir en una Villa no los hace más o menos personas, son ciudadanos pero más importante son hijos de Dios y nada ni nadie se los puede quitar. Hoy nos vamos con las mochilas cargadas de recuerdos, de sonrisas, de llantos, de experiencias, de sueños y en especial de amigos; y hoy ustedes se quedan y sabemos lo doloroso que es volver al inicio, contar su historia de nuevo, abrir las puertas de su casa y de su corazón de nuevo, pero yo les pregunto... ¿Si el maestro no está en el aula, que aprenderá el alumno? Aunque no lo crean durante 23 años quizás más han estado formando personas, nos han inculcado valores que teníamos olvidados, nos han enseñado lo importante que es estudiar, trabajar, lo importante que es formar una familia y todo lo que implica en ella, pero nos han enseñado que para mi es el pilar fundamental de la vida y es que me enseñaron a confiar en Dios, a confiar en un Dios que no vemos ni palpamos pero que está siempre junto a nosotros... Muchas gracias por ser mis maestros de vida! Hasta pronto.