De Maximiliano Pra, Uruguay:
Esa tarde las chicas se quedaron en casa y con Esteban salimos a visitar unas abuelas que hacía rato no veíamos. La verdad es que estaba un poco triste, cansado y extrañando los pagos, pero esa tarde para sorpresa nuestra nos íbamos a cruzar con muchos más amigos de los que teníamos previsto visitar. Ni bien caminamos un par de cuadras, sale a nuestro encuentro Mike pero ese día realmente no estaba muy bien, nos decía que se sentía muy solo y que la distancia que habían tomado sus hijos hacia él; realmente le causaba mucho dolor, nos quedamos conversando unos minutos y antes de seguir camino nos dice “no saben lo importante que son ustedes para mí”, realmente admiro mucho a esta persona por su sencillez y gratitud, tan solo por pararnos a charlar 5 minutos, nos hacía sentir muy queridos, eso en un barrio, donde somos nuevos, tiene un valor gigantesco. De repente todo lo que traía en mi interior antes de salir de casa se chocaba de frente con estas realidades; y estos pequeños gestos (como los de Mike) son los que día a día me enseñan a ser un poco más agradecido de lo simple y pequeño.
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