En Costa Rica se reza el rosario del Niño antes de guardar el pesebre, una bella tradición que las familias siguen respetando aunque no sean católicas practicantes, como es el caso de la familia de Brenda. Este año nos invitaron también a nosotras y, cuando me acerqué para comenzar a rezar, me llenó de emoción ver el pesebre de Brenda colocado con tanto cuidado en un lugar especial del gran portal familiar.
Estos rezos del Niño Dios son maravillosos, las familias se reúnen para orar juntas, para agradecer y para confiar el año que empieza. Cada vez me impresiona más la fe de este pueblo, porque en cada oración y en cada villancico ponen el corazón en las manitos de este bebe-Dios y lo reconocen como el centro de sus hogares. Así es que pasamos el mes de enero, de casa en casa rezando los misterios de gozo, cantando villancicos, comiendo arroz con pollo, tamal asado, arroz con leche y muchas golosinas… pero sobretodo anunciando la alegría de un Dios que vino a poner su morada entre nosotros.
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