Hola!!! Me llamo Sofía, tengo 24 años, vivo en la ciudad de San Carlos Centro, provincia de Santa Fe y curso el Profesorado de Matemáticas.
Pertenezco a la parroquia San Carlos Borromeo y soy voluntaria de la fundación Spinola Solidaria misionando en un Barrio carenciado de mi ciudad, llamado “Barrio Guadalupe”, donde llevamos a cabo actividades con los niños y brindamos apoyo escolar.
Conocí Puntos Corazón, en un retiro en el año 2015, donde mi coordinadora de grupo, compartió con nosotras que estaba realizando la formación, y junto con ello, nos contó de qué se trataba el movimiento y cuál era su carisma. Desde ese momento, esta gran obra de compasión permaneció por siempre en mi corazón, y fue alimentándose en los tiempos de Dios.
Hace mucho tiempo vengo discerniendo este gran llamado a darme al más necesitado, al más pequeño, a aquellos que son los últimos para el mundo pero los primeros para Dios.
Tuve hermosas experiencias de misión anterior y actualmente, pero aun así, cada día que pasaba, necesitaba dar más y más. Era la necesidad de más renuncia y entrega la que resonaba una y otra vez en mi corazón.
Con mucha oración anhelaba sumergirme más a la voluntad del Señor, y todos sus caminos, todo lo que Él sembraba en mi corazón, era sed de estar a su lado, y Dios… también está en los más pequeños, en los que más sufren. Yo necesitaba cada vez más ser parte de sus vidas, compartir sus sufrimientos, y mi Señor, ha moldeado los caminos tan sencilla y perfectamente para que así sea, porque esa era su voluntad.
Tan perfecto es el Señor, que primero fue mostrándome los rostros sufrientes muy cercanos a mí en una presencia muy familiar, entendiendo que eso era parte del camino de formación para luego salir de misión a otras naciones, donde también están mis hermanos con sed de Dios.
Por esto, es que elegí Puntos Corazón, y especialmente, porque lo que movió lo más profundo de mi alma fue su gran carisma, la compasión. No había nada más edificador para mi vida en Cristo, que ser parte de sus grandes heridas, permanecer en ellas, siendo instrumento donde sea que Dios me llame, tomando mi cruz y mis miserias, para cargar junto a mis hermanos sufrientes en este mundo, sus cruces también.
Por eso les comparto con un corazón lleno de regocijo, que en Enero de 2019, estaré partiendo de misión al Punto Corazón de Ecuador, durante 14 meses. Lo cual te invito a que reces por mí, para que, como dice San Ignacio de Loyola, “Todo sea en servicio y alabanza de su Divina Majestad”. ¡Paz y Bien para todos!