La representación del nacimiento de Jesús, era algo muy importante en nuestro barrio, pero con el tiempo se fue perdiendo totalmente hasta la llegada de Puntos Corazón, que junto con otra amiga revivieron esta tradición tan hermosa.
Este año no fue la excepción, pero comenzamos los ensayos a contra tiempo y fueron sumamente difíciles porque ningún niño quería actuar, se portaban mal y nuestra amiga desistió.
Después de todo lo sucedido yo perdí totalmente la esperanza, sin embargo, el día previsto para la representación, varios niños llegaron providencialmente a nuestra casa dispuestos a actuar, entonces los vestimos y preparamos todo. Al final nuestro pesebre salió HERMOSO, la mano de Cristo se veía realmente presente, ninguno podía creerlo, así que aprovechamos para tomar fotos y dar gracias a Dios por el milagro sucedido.
Una vez más logramos ante tanto ruido y agitación de los regalos y los cohetes, que Cristo estuviese presente en nuestro barrio de una forma tan sencilla y hermosa, tal como lo es Él.