De Florencia, Cuba:
Mis hermanas de comunidad me ayudan, me animan y me demuestran que puedo estar presente de otra forma, llamándoles por teléfono, presentándome, contando un poco de dónde soy, qué hago etc. Formamos un grupo de whatsapp para jóvenes donde compartimos reflexiones, lectura del día, textos, etc y así fortalecemos nuestra fe y nuestra amistad. Sé que no es lo mismo, pero es una linda manera de estar juntos.
Pude comprender que Jesús me está ofreciendo e invitando que viva esta misión de otra manera, no como siempre la conocí y pensé, sino más profundamente. Me está dando la oportunidad de que me pueda acercar personalmente a Él aún más, y realmente es una gracia. Un amigo que aún no conozco personalmente, pero sí telefónicamente, me dijo sabiendo que yo era enfermera: “wuau, tú me haces acordar a Marta y a María, Marta son todas las enfermeras que hoy están trabajando y tú eres María hoy te toca servir a Jesús”. Esas palabras cambiaron mi ánimo y ahora disfruto del día a día, disfruto de mi comunidad, y de mis momentos a solas con Jesús y las actividades que tenemos.