No saben la fuerza, la ilusión, y los sueños que esta misión ha despertado en mí. Tal vez ella me salvó a mí. Sin duda, aún tengo mucho que pensar y rezar. No tengo las respuestas de mi vida. Solo un enorme deseo de cuidar lo que Dios me ha regalado y de escuchar su Voluntad.
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