Todo lo que tengo te lo doy
- Ángela, El Salvador
- 26 ago
- 1 Min. de lectura
Hace un tiempo, fuimos a visitar a unos amigos que viven un poco lejos de nuestra casa. Yo estaba muy cansada y con muchísimo calor. Cuando llegamos y vimos que nos esperaban con una sonrisa, un plato enorme de comida y un vaso de soda también enorme, entendí que no valía la pena enojarse, ya iba a pasar el calor. Cuando terminamos de comer, nos ofrecieron comprarnos minutas (hielo picado, con frutas y “mermeladas"). Realmente estábamos muy llenas, pero ellos nos insistieron tanto en que las probáramos que era imposible decir que no; se veía que para ellos era importante. Cuando vi esa comida solo pensé: “¿cómo voy a hacer para comer todo esto?” Luego de eso, fuimos a caminar como 30 minutos y a la vuelta nos ofrecieron café con un pan dulce, galletas y fruta, de verdad no entendía porque nos daban tanta comida. Esa familia era una familia bastante humilde y aún así nos ofrecían tantas cosas…Después entendí que era su forma de mostrar amor: todo lo que tengo te lo doy, lo mío lo comparto contigo. ¿Cómo no aceptar cuando te ofrecen todo lo que tienen?

Comentarios