El mes pasado hicimos un viaje al sur de India, con los chicos del barrio Kasimedu (un barrio de pescadores bastante humilde acá en India) visitamos la provincia de Kerala con uno de nuestros hermanos de comunidad indio, Thomas, y fue de mucha ayuda ya que su tierra natal es Kerala. En mi opinión él es una persona increíble, su forma de afrontar las dificultades me inspira mucho. Él trabaja casi todo el día, se va de la casa usualmente cerca de las 11:30am y vuelve a las 11:00pm, 6 días a la semana y a veces los 7. Aun así, nunca vas a encontrar una mala cara o una respuesta negativa en él, siempre a disposición de lo que le pidamos, si le pedimos algo sabemos que va a cumplir.
Usualmente cada mañana hace sus oraciones, y cada día libre va a misa, a pesar de que es su único momento de descanso, o de que la misa ni siquiera es en su idioma, ya que en Kerala se habla Maleali y no Tamil. Cada vez que tengo la oportunidad de compartir una charla con él, siento que al menos para mí, él es un gran ejemplo de cómo ser evangelio viviente, de cómo sin hacer nada del otro mundo, con actos simples, podemos transmitir el amor de Dios.
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