Este joven me dijo que estuvo muy cerca de entrar en las pandillas. Al llegar a Puntos Corazón y, a través de cada conversación, se había sentido aceptado, ya no tenía que hacer nada para agradar a otros, había encontrado amigos reales, y fue entonces donde comprendí la importancia que habían tenido para él cada uno de los encuentros que habíamos compartido.
Dios me regaló esta valoración de los pequeños gestos, ver cómo, algo tan importante como la vida de este joven se salvó por algo tan simple.

Comments