La enseñanza y lección más grande que Dios me da aquí, es la de aprender a vivir un día a la vez.
Los primeros días, al ser "nueva" quería conocer y hacer todo en el menor tiempo posible. Hoy aprendo a disfrutar y a dejarme sorprender por lo que Él tiene preparado para cada día.
La vida de Puntos Corazón es muy intensa. Tanto por las actividades que hacemos como por los encuentros y vivencias profundas que tenemos. Aquí, los días vuelan y están llenos de un brillo particular gracias a que todo lo hacemos por Amor, primero hacia Dios y luego hacia el prójimo.
