A las 2:30 pm los niños comienzan a llegar para rezar junto a nosotras. Después de rezar vamos al momento favorito de ellos que es jugar con las “tías”, es así que las personas nos llaman aquí.
En ocasiones hacemos vitamina para los niños; vitamina es una bebida que a todos aquí les encanta y se prepara con agua, aguacate, leche y azúcar. O preparamos palomitas de maíz para ellos. Ver sus cara de felicidad cuando ven que preparamos algo para ellos es realmente hermoso. Llegan como 15 niños a nuestra casa cada día.
Entre ellos llega Luz que tiene 28 años, y es una fiel amiga de nosotros y es también nuestra vecina. Ella tiene una dificultad para moverse pero eso no le impide hacer todo lo que le gusta. Le encanta dibujar, bailar y cantar, ella me roba el corazón día con día ya que no tiene una vida muy fácil. En ocasiones me detengo a pensar: ¿Qué es lo que hacemos para que sea tan feliz cuando llega? Y me doy cuenta que es nuestra presencia, nuestra atención y todo el amor que le damos lo que la hace tan feliz. Es esto lo que me hace darme cuenta por qué estoy aquí.
